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viernes, 1 de junio de 2012
Las Wayunkerra son las muñecas tradicionales de las niñas Wayuu.
Originalmente son hechas en barro, ahora, Wayunkerra Epinayu (Karmen
Ramírez Boscán) inspirada en su sueño personal y para honrar su nombre
tradicional, ha diseñado la Wayunkerra de trapo. Todas sus creaciones
son elaboradas totalmente a mano y tiene dos lineas, una que corresponde
a las Wayunkerra de juego y otra, que corresponde a las Wayunkerra de
exposición. Pronto publicaremos la colección completa de Wayunkerra.
Los tejidos Wayúu: lo mejor del crochet
- ¿Dónde se trabajan las artesanías?: La Guajira
- Región: Caribe
- Material: algodón

El tejer en la vida de la comunidad indígena Wayúu, que habita en la
Península de La Guajira, es mucho más que una actividad cultural y
herencia de sus ancestros. Tejer significa para los Wayúu mostrar a
través de su creatividad, inteligencia y sabiduría la vida así como la
sienten.
La tradición del tejido Wayúu
Los tejidos de los Wayúu fascinan por sus colores, diseños y la
complejidad de técnicas usadas en su elaboración. Los motivos típicos
para esta cultura son las representaciones de figuras geométricas que
simbolizan elementos de la naturaleza (animales, plantas, estrellas,
rastros, etc.) que rodean la vida cotidiana del Wayúu. Entre más
complejas sean las figuras, mayor valor adquiere la pieza.
Los tejidos Wayúu se caracterizan por el uso de colores muy fuertes y contrastantes.
Artesanías más representativas de los Wayúu
El chinchorro y la hamaca
El chinchorro y la hamaca, “camas
colgantes donde el Wayúu descansa, duerme, conversa, atiende visitas,
trabaja en los tejidos, procrea y trae hijos al mundo”, son dos
tejidos fundamentales de su cultura. La diferencia entre el chinchorro y
la hamaca consiste en que los chinchorros son elásticos y se elaboran
con tejidos sueltos y las hamacas son hechas con tejidos compactos y son
mucho más pesadas.

Para los interesados:
- Una hamaca o chinchorro hecho por los Wayúu puede pesar hasta seis kilos.
- Para elaborar una hamaca se necesitan entre dos a seis meses de trabajo manual.
- El trabajo de tejido de las hamacas y los chinchorros empieza por el llamado cuerpo central. Las demás partes se tejen por separado y se juntan.
- Los chinchorros elaborados por los Wayúu protegen del frío, gracias a su doble faz. Además, poseen los llamados “volantes laterales” o “flecos”, hechos de hilo, que cuelgan de lados del cuerpo del chinchorro y sirven de manta.
La mochila
Las mochilas son la máxima expresión del tejido Wayúu. Son fácilmente
reconocibles por sus colores y diseños. Las mochilas se elaboran de
algodón en crochet (técnica introducida por los misioneros católicos a
principios del siglo XX) o con ganchillo.
Para los interesados:
- Las mochilas son de corte circular y su tejido es compacto.
- Cada bolso lo elabora una sola mujer con su diseño propio.
- El trabajo de la producción de una mochila dura alrededor de 20 días.
SULEPU WAIREÑA
COTIZAS
Con cuero y cordones,
las mujeres arman las Kousü,
los hombres tejen Waireña
en la maquinita.

Kousü

Las kotisü, usadas
por hombres y mujeres. son cotizas armadas con plantillas de cuero y
cordones de lana o algodón de colores, montados al estilo ‘tres
punta".
Las plantillas en cuero de chivo o
de res, llevan tres agujeros: uno hacia la punta y dos hacia la mitad
dela plantilla, por entre los cuales se pasa un pequeño cordón
atulaa en forma de argolla, que se anuda por el revés de la
plantilla. Por entre las tres argollas se pasa un cordón atulaa, que se anuda y ajusta a la media del pie.
.


Son las mismas cotizas kousü, de cordones al estilo "tres punta", pero con las plantillas en caucho de llanta usada.
Sobre
la primera capa de caucho de la plantilla se hacen tres pequeños
cortes u ojales: uno hacia la punta y los otros dos hacia la parte
media. Luego dentro de cada corte se coloca la argolla de cordón atulaa, que se cose con aguja por dentro del corte, sin que se vea la costura.

Por entre las tres argollas pasa el cordón atulaa, que se ajusta y anuda a la medida del pie.
En
ocasiones, las Kousü y las wayuu susapatse se adornan con bellotas,
que varían de tamaño, según la importancia de la mujer que las
lleva.

Las waireñas son
cotizas cerradas que se caracterizan por presentar una plantilla en
caucho de llanta, a la cual van cosidas una cotilla y una talonera
de tejido "paleteado".

La
cotilla y la talonera, tejidas en lana o en algodón, pueden ser en
un solo color o también presentar diseños de líneas punteadas y
franjas de diversos colores sobre un color de fondo.
Según el estilo de la waireña, la
cotilla y la talonera, a cada lado de la cotiza, pueden estar unidas
por dos fajas tejidas o por dos cordones trenzados en atulaa.
La waireña común,
usada por hombres y mujeres, lleva la cotilla y la talonera unidas
por dos pequeñas fajas, hechas en el mismo tejido, color y diseño
que la cotilla y la talonera.
Estas fajas van
cosidas a la cotilla y la talonera y éstas a su vez van cosidas a
los ojales de la plantilla de caucho, igual que las susapatse wayuu.

En este caso, la cotilla lleva tres ojales, uno hacia el centro y dos hacia los lados.
Para
armarla, cada cordón se dobla por la mitad y se monta en forma de
presilla a cada lado de la talonera. Luego, una punta de cada cordón
se introduce por entre los ojales de los lados, para salir por el
ojal del centro, mientras que la otra punta pasa directamente por el
ojal del centro.
Finalmente, las cuatro puntas de los cordones se atan con un moño doble.

“Pocas mujeres tejen con la técnica del tapiz Wayuu” |
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Elaborar
un tapiz es una metáfora de vida para esta tejedora, pues son pocos los
que se dedican a tejer tapices y a conservar esta labor ancestral: “A
mi me enseñó mi abuelita materna, María Iguarán que vivía cerca de la
casa, hasta hace tres años que murió. Ella se esmeraba mucho y, ese
gusto por sus creaciones lo heredé” dijo Castillo mientras nos muestra
una de sus creaciones multicolores.
Lozani forma parte de un reducido grupo de mujeres que se interesan por los tapices, de
hecho dentro de su grupo familiar tan sólo su abuela y ella lo
cultivan, porque es una actividad que es transmitida de generación en
generación por los hombres de las regiones de Sinamaica, Paraguiapoa y
en la Alta Guajira (zona limítrofe), como garantía de preservación de
técnicas ancestrales de vida y cultura del pueblo Wayuu.

Para
ella el tapiz “es una verdadera obra de arte”, por tal motivo, invita a
las mujeres a que se incorporen al tradicional tejido como garantía de
su preservación, al aportar un beneficio económico a su comunidad, en el
cual invierten cerca de un día dedicado para las creaciones pequeñas y,
entre 3 a 4 días para los de grandes dimensiones.
Su
elaboración comienza al colocar en un tambor o aro una loneta que sirve
de base para entresacar los hilos multicolores de algodón y/o
sintéticos, previamente marcados en el diseño, al final se saca del
molde y se cortan las hebras.
El
origen de la técnica se remonta a un hermoso mito cosmogónico que
vincula este oficio a la pureza de una niña que en el paso del
crecimiento hacia la madurez física, recibió de una anciana araña toda
su sabiduría en el tejido. Este arte es una estrategia pedagógica
evocadora de los mitos originarios y de su representación y
supervivencia en el tiempo del pueblo Wayuu.
El Trabajo de las Manos
El pueblo wayúu es artesano, el trabajo de hombres y mujeres se ofrece en bolsos, tapices, cotizas, sombreros.
(Bolsos y mochilas): cargaderas o bolsos elaborados en hilos Colombianos con motivos variados alusivos a la vida de la comunidad. Se pueden preestablecer en los pedidos los motivos.
Chinchorros o Hamacas Wayúu: las hamacas o chinchorros Wayúu son camas colgantes donde el Wayúu descansa, duerme, conversa, atiende visitas, trabaja en los tejidos, procrea y trae hijos al mundo. Las hamacas son hechas con tejidos compactos y los chinchorros con tejidos sueltos. Elaborados totalmente a mano. Las piezas que lo componen son: cuerpo Central, La Cabuyera, El asa o agarradera y el fleco. La Cabuyera, va atada a la cabecera, tiene gran colorido y es rica en dibujos. Se teje en telares de horqueta y exige mucho tiempo de trabajo. Todos los modelos expuestos en nuestro catalogo son completamente originales.
Sombreros: Sombreros de hoja de palma, elaborados por los hombres Wayúu. Apropiados para jornadas de intenso sol.
Mantas: preciosas mantas usadas por las mujeres en el día a día. Practicas para muchas ocasiones. Variados motivos.
Guaireñas o Alpargatas: El calzado hecho para resistir ingentes jornadas en la arena. Modelos masculinos y femeninos.
(Bolsos y mochilas): cargaderas o bolsos elaborados en hilos Colombianos con motivos variados alusivos a la vida de la comunidad. Se pueden preestablecer en los pedidos los motivos.
Chinchorros o Hamacas Wayúu: las hamacas o chinchorros Wayúu son camas colgantes donde el Wayúu descansa, duerme, conversa, atiende visitas, trabaja en los tejidos, procrea y trae hijos al mundo. Las hamacas son hechas con tejidos compactos y los chinchorros con tejidos sueltos. Elaborados totalmente a mano. Las piezas que lo componen son: cuerpo Central, La Cabuyera, El asa o agarradera y el fleco. La Cabuyera, va atada a la cabecera, tiene gran colorido y es rica en dibujos. Se teje en telares de horqueta y exige mucho tiempo de trabajo. Todos los modelos expuestos en nuestro catalogo son completamente originales.
Sombreros: Sombreros de hoja de palma, elaborados por los hombres Wayúu. Apropiados para jornadas de intenso sol.
Mantas: preciosas mantas usadas por las mujeres en el día a día. Practicas para muchas ocasiones. Variados motivos.
Guaireñas o Alpargatas: El calzado hecho para resistir ingentes jornadas en la arena. Modelos masculinos y femeninos.

ARTESANÍA INDÍGENA.
"Las artesanías son
actividades, destrezas o técnicas empíricas, practicadas tradicionalmente
por el pueblo, mediante las cuales con intención o elementos artísticos, se
crean o producen objetos destinados a cumplir una función utilitaria
cualquiera, o bien se las adorna o decora con el mismo o distinto material
realizando una labor manual individualmente o en grupos reducidos, por lo
común familiares e infundiendo en los caracteres o estilos típicos,
generalmente concordes con los predominantes en la cultura tradicional de la
comunidad".
Los diferentes tipos de
artesanía indígena se manifiestan como verdaderas obras de arte. Las
formas ancestrales tradicionales no se han perdido y se han venido
manteniendo vivas entre estos pueblos. Entre los tipos de artesanía indígena
u objetos etnográficos se encuentran; la cestería o tejidos duros, los
tejidos blandos (chinchorros, hamacas, bolsos, bandas porta-bebé, vestidos y
guayucos) y sus telares, la alfarería o cerámica, las tallas en madera, los
adornos corporales, los instrumentos de caza y pesca, los instrumentos
musicales, etc.
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En cuanto
a cestería se refiere, es el tipo de artesanía que presenta mayor variedad.
Todas las etnias las elaboran. Estas son hechas en diferentes formas,
tamaños y colores. Su manufactura es a base de hojas de diferentes tipos de
palmas: moriche, cumare, seje, cucurito, chiquichique, etc.
Toda decoración tiene su
significado, relacionada con la vida de los usuarios, su sacralidad, su
mitología. El simbolismo se extiende hacia mapas de la vivienda insertada en
su medio ambiente.
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Con
respecto a la cerámica , es de gran antigüedad. En las regiones de Manapiare
(Corobal), Atabapo (Nericagua), en islas del río Orinoco, en el Bajo Orinoco
(Barrancas y Saladero), en Culebra, muy cerca de Puerto Ayacucho y en otros
lugares, se han encontrado yacimientos arqueológicos de esta manifestación
artística que data de épocas prehispánicas.
En cuanto a la decoración de
las cerámicas, estas están muy ligadas a la simbología de la organización
social y mitología de la etnia que las realizó.
Otra expresión artesanal
indígena son los instrumentos musicales tradicionales de los cuales
podemos encontrar más de 100 tipos.
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Estos son muy característicos
dentro de todas las etnias . Son utilizados en sus ceremonias religiosas de
curación y en celebraciones varias.
Otra manifestación artesanal son
los adornos corporales. Entre estos encontramos las pintaderas. Estas son
realizadas en un trozo de madera circular o rectangular talladas con diferentes
diseño de acuerdo a su futura utilización y función. Estas son impregnadas por
el lado tallado del sello con pinturas provenientes del onoto y la caraña. Son
luego aplicadas en el cuerpo.
Las tallas de madera es otra
expresión artesanía que podemos encontrar en el Amazonas. Entre estos tenemos
bancos (hechos en forma de animal), enceres domésticos, objetos rituales, bongos
y curiaras, canaletes, pilones, etc.
Artesanía Wayuú
Bolsos o Mochilas:
cargaderas o bolsos elaboradas en hilos colombianos con motivos variados
alusivos a la vida de la comunidad. Se pueden preestablecer en los pedidos los
motivos.
Chinchorros o Hamacas Wayúu: Las hamacas o chinchorros Wayúu son camas colgantes donde el Wayúu descansa, duerme, conversa, atiende visitas, trabaja en los tejidos, procrea y trae hijos al mundo. Las hamacas son hechas con tejidos compactos y los chinchorros con tejidos sueltos. Elaborados totalmente a mano. Las piezas que lo componen son: El Cuerpo Central, la Cabuyera, el Asa o Agarradera y el fleco. La Cabuyera, va atada a la cabecera, tiene gran colorido y es rica en dibujos. Se teje en telares de horqueta y exige mucho tiempo de trabajo. Todos los modelos expuestos en nuestro catalogo son completamente originales.
Sombreros: Sombreros de hoja de palma, elaborados por los hombres Wayúu. Apropiados para jornadas de intenso sol.
Mantas: Preciosas mantas usadas por las mujeres en el día a día. Prácticas para muchas ocaciones. Variados motivos.
Guaireñas o Alpargatas: El calzado hecho para resistir ingentes jornadas en la arena. Modelos masculinos y femeninos.
Los Tejidos y su importancia
El kanas es la maxima expresión del tejido wuayúu, es un arte muy antiguo, probablemente originado en la alta guajira, consiste en un tejido de hermosisímas y estilízadas figuras geométricas, que representan elementos del medio natural que rodea la vida cotidiana del wuayúu. Entre más complejas sean las figuras, mayor valor adquiere la pieza y mayoe es el prestigio que se alcanza, se teje en telar de horqueta.Cada kanas tiene un nonbre y significado.
El chinchorro y la hamaca, son los tejidos fundamentales de la cultura wuayúu. Son las camas colgantes donde descansa el wuayúu, aunque el chinchorro y la hamaca tienen una misma función textilmente tienen marcadas diferencias, el primero es elástico y de tejido suelto y el segundo es pesado y compacto, es de un tejido paleteado.
Las hamacas y chinchorros se elaboran manualmente.una vez terminado el cuerpo central, las otras piezas se tejen por separado: la cabuyera,el asa o agarradera, y el fleco. La cabuyera va atada ala cabecera, el fleco es una franja larga y angosta que cuelga de los orillos laterales del cuerpo de chinchorro.
El shei es una manta funeraria en la que envuelven y entierran alos difuntos. su forma es rectangular mas o menos pesada, tiene gran colorido y es rica en dibujos de kanas.
Si´ira, es la faja larga y angosta que hace parte del guayuco masculino.
Mantalaju, es la faja que va sobre el pellón y se ata ala silla de montar y ala cincha.
Atula, es una compleja tecnica de trenzado de hilos, que demanda mucha destreza y concentración.
La mochila, susu o lo que camina con uno, nunca falta en la indumentaria wayúu, se teje en crochet o ganchillo, con la fibra del maguey y el algodón. Existe varias clases de mochila: Susuchon, que lleva el nombre colgado de la faja, una a cada lado del guayuco.
Susu, de diario la mochila de tamaño mediano que el wayúu lleva a todos lados Ainacajatu, una mochila grande donde la mujer lleva el chinchorro, la ropa y otra cosa necesaria para los viajes.
Kapatera, la mochila grande del hombre, es una especie de tubo cilindrico,con dos bocas ycordones de cierre que se utilizan tambien de colgaderas.
Kattowi, una mochila de malla muy resistente y de multiples usos, para transportar ollas, mucuras llenas de agua.
El tejido para el pueblo wuayúu es más que una práctica cultural y herencia de sus ancestros. Para el wayúu es una forma de concebir y expresar la vida tal como la sienten y la desean. Un arte pensado y gozado. la observación de sus innumerables tejidos les permite leer el espiritu que guia au acción y pensamiento.
Artesanía de los Indígenas del Estado Amazonas
Chinchorros o Hamacas Wayúu: Las hamacas o chinchorros Wayúu son camas colgantes donde el Wayúu descansa, duerme, conversa, atiende visitas, trabaja en los tejidos, procrea y trae hijos al mundo. Las hamacas son hechas con tejidos compactos y los chinchorros con tejidos sueltos. Elaborados totalmente a mano. Las piezas que lo componen son: El Cuerpo Central, la Cabuyera, el Asa o Agarradera y el fleco. La Cabuyera, va atada a la cabecera, tiene gran colorido y es rica en dibujos. Se teje en telares de horqueta y exige mucho tiempo de trabajo. Todos los modelos expuestos en nuestro catalogo son completamente originales.
Sombreros: Sombreros de hoja de palma, elaborados por los hombres Wayúu. Apropiados para jornadas de intenso sol.
Mantas: Preciosas mantas usadas por las mujeres en el día a día. Prácticas para muchas ocaciones. Variados motivos.
Guaireñas o Alpargatas: El calzado hecho para resistir ingentes jornadas en la arena. Modelos masculinos y femeninos.
Los Tejidos y su importancia
El kanas es la maxima expresión del tejido wuayúu, es un arte muy antiguo, probablemente originado en la alta guajira, consiste en un tejido de hermosisímas y estilízadas figuras geométricas, que representan elementos del medio natural que rodea la vida cotidiana del wuayúu. Entre más complejas sean las figuras, mayor valor adquiere la pieza y mayoe es el prestigio que se alcanza, se teje en telar de horqueta.Cada kanas tiene un nonbre y significado.
El chinchorro y la hamaca, son los tejidos fundamentales de la cultura wuayúu. Son las camas colgantes donde descansa el wuayúu, aunque el chinchorro y la hamaca tienen una misma función textilmente tienen marcadas diferencias, el primero es elástico y de tejido suelto y el segundo es pesado y compacto, es de un tejido paleteado.
Las hamacas y chinchorros se elaboran manualmente.una vez terminado el cuerpo central, las otras piezas se tejen por separado: la cabuyera,el asa o agarradera, y el fleco. La cabuyera va atada ala cabecera, el fleco es una franja larga y angosta que cuelga de los orillos laterales del cuerpo de chinchorro.
El shei es una manta funeraria en la que envuelven y entierran alos difuntos. su forma es rectangular mas o menos pesada, tiene gran colorido y es rica en dibujos de kanas.
Si´ira, es la faja larga y angosta que hace parte del guayuco masculino.
Mantalaju, es la faja que va sobre el pellón y se ata ala silla de montar y ala cincha.
Atula, es una compleja tecnica de trenzado de hilos, que demanda mucha destreza y concentración.
La mochila, susu o lo que camina con uno, nunca falta en la indumentaria wayúu, se teje en crochet o ganchillo, con la fibra del maguey y el algodón. Existe varias clases de mochila: Susuchon, que lleva el nombre colgado de la faja, una a cada lado del guayuco.
Susu, de diario la mochila de tamaño mediano que el wayúu lleva a todos lados Ainacajatu, una mochila grande donde la mujer lleva el chinchorro, la ropa y otra cosa necesaria para los viajes.
Kapatera, la mochila grande del hombre, es una especie de tubo cilindrico,con dos bocas ycordones de cierre que se utilizan tambien de colgaderas.
Kattowi, una mochila de malla muy resistente y de multiples usos, para transportar ollas, mucuras llenas de agua.
El tejido para el pueblo wuayúu es más que una práctica cultural y herencia de sus ancestros. Para el wayúu es una forma de concebir y expresar la vida tal como la sienten y la desean. Un arte pensado y gozado. la observación de sus innumerables tejidos les permite leer el espiritu que guia au acción y pensamiento.
Artesanía de los Indígenas del Estado Amazonas
La alfarería
Son muy pocos los indígenas que conservan la tradición alfarera, como por ejemplo los Yanomami, que hasta hace muy poco fabricaban algunas vasijas, tal es el caso de la tradicional “hapoca”, que es una olla sencilla en forma de campana sin ningún tipo de decoración, asas o patas que utilizaban para cocinar, Eran los hombres quienes la fabricaban con arcilla blanca utilizando el método del enrollado y alisado y quemándolas en piras de fuego abierto.
Textilería
Las indias mientras están en meditación como ausentes, ante un vasto mundo de juncos, lianas y raíces, con muy pocos instrumentos, son capaces de crear cordones y mecates tal es el caso de las indígenas de Río Negro que utilizan el chiquichique Leopoldina piassaba; cordones de adorno corporal , usados para atar a la cintura, brazos, pantorrillas, piernas y glúteos; incluso todavía hoy, se confeccionan los llamados “cinturones amazónicos” como el “wao” de los Yanomami, con el que atan el pene a un cordel de hilos de algodón que rodea la cintura.
Entre las pocas prendas de uso que todavía se tejen en Amazonas están los guayucos hechos con hilos de algodón, que varían de tamaño y forma de acuerdo al grupo étnico, como la “ramopotima”, guayuco femenino Yanomami cuya parte posterior es un haz de cabos de algodón que forma un arco sobre los glúteos, y la anterior hecha con una serie de hilos que caen como flecos sobre el pubis.
Los Ye’kuana tejen una especie de delantal que utilizan las jóvenes en el rito de paso de la infancia a la adolescencia, llamado “muwaaju”, éste presenta una interesante adaptación de materiales no autóctonos como la mostacilla, tejida en un telar en forma de arco, el cual se construye con dos trozos de bejuco grueso atados fuertemente por los extremos, para que el lado arqueado pueda mantener la tensión necesaria que requiere una urdimbre en cuya trama se insertan las pequeñas cuentas de vidrio, de colores azul, blanco y rojo, principalmente. El telar y huso también lo utilizan las Ye’kuanas en el tejido de las bandas de algodón que usan las mujeres indígenas para cargar a los niños mientras realizan sus actividades cotidianas.
En cuanto a los chinchorros, enser colgante de origen indígena diseñado para el sueño, el descanso, el amor y la muerte. Los Yanomami los hacen rudimentarios con un haz descortezado del bejuco mamure Hetoropsis spruceana. Los Guahibos trabajan con la fibra de la palma de cumare.
Cestería
Además de preceder a la alfarería, es anterior a todo trabajo de cuerdas y telar. De acuerdo con cada cultura, las técnicas de tejido se adecúan directamente al tipo y característica del material con que se cuenta. Algunos grupos tienden a preferir ciertos procedimientos sobre otros, lo cual agrega un sentido de pertenencia étnica a cada objeto; tal es el caso de las cestas de chiquichique tejido en espiral, característica de los Kurripaco del Río Negro; o las de bejuco mamure trenzado de los Ye´kuana y Yanomami, tan diferentes entre sí a pesar de usar similares técnicas y materiales. Entre los Ye´kuana cabe señalar la excelencia del tejido de los “wuwa” comercial, hecha por las mujeres a partir de una cesta tradicional de carga, a la que han incorporado elementos decorativos de carácter simbólico.
En nuestros indígenas, la variedad de cestas utilitarias es inmensa, así tenemos por ejemplo: esteras, sopladores, petacas, nasas, cedazos o manares, guapas, catumares, sebucanes, mapires y guaturas. Aunque sus formas se relacionan con el uso, no podemos decir que lo utilitario contradiga sus cualidades estéticas.
Cestería Yanomami
Los Yanomami tejen cestas de carga y platos con bejuco mamure o masimasi, descortezado y dividido en finas tiras, la principal cesta de carga Yanomami es la guatura o wii, tejida generalmente por las mujeres para transportar diversos productos agrícolas. El tejido del wii suele ser muy tupido y se realiza con la técnica del trenzado. El cuerpo de esta cesta se refuerza internamente con una serie de aros de mamure, para dar a su estructura una mayor consistencia. El wii tiene además, una serie de asas alrededor de la circunferencia del borde superior y dos asas en la parte inferior.
El mapire es también una cesta de carga de forma cilíndrica y tamaño variable, generalmente fabricada por los hombres con mamure descortezado, moriche y platanillo, en tejido cruzado.
Las guapas o xotokehe: son grandes cestas utilizadas como platos para colocar frutas, pescado, carne y otros alimentos. Al igual que los cedazos funerarios, estas cestas se tejen con las misma fibra, técnica y diseño decorativos del wii.
Los xohema o shulema: sopladores para avivar el fuego, ventilar y espantar insectos.
Al terminar de tejer, las cestas se pintan con onoto y adquieren así un color rojizo, al secar, las superficies son decoradas con dibujos geométricos de carácter simbólico tales como círculos, puntos, líneas ondulantes, entrecruzadas o rectas, hechos con carbón.
Cestería Kurripaco
Se distingue porque utiliza la fibra del chiquichique que constituye uno de los materiales de mayor resistencia al agua, por lo que es reconocida mundialmente para la fabricación de mecates para anclaje de barcos de gran calado e instrumentos de limpieza de alta durabilidad, como cepillos y escobas industriales. Empleando esta fibra vegetal, los Kurripaco tejen sebucanes o tinulipe, manares o dupitsi, guapas o wayára, cestas cilíndricas de base plana o búdaka, cestas cilíndricas de carga o mucutú y sopladores o kuipedda.
Madera
En los húmedos territorios del Amazonas cuya sobreabundancia vegetal desborda de misterio los poblados, encontramos talladores indios. De acuerdo con sus costumbres, ningún objeto fabricado está destinado a perdurar, pues la naturaleza regala las materias y todo lo que se va desgastando con el tiempo y el uso, se descarta o adquiere una nueva utilidad. Por esto conocemos poco de los antiguos objetos artesanales tan solo hemos visto los canaletes áparo o arú tallados por los extintos Baré, de ellos se decía que estaban hechos por los terribles hombres-sapo. Según el mito, a mediados del mes de julio, aprovechando que la selva se cubre con una densa capa neblinosa, salían de sus escondites unas criaturas mitad hombre, mitad sapo, que remontaban el río en rápidas curiaras, asaltando y exterminando con sus canaletes en forma de lanza a todos cuantos encontraban a su paso.
En casi todos los poblados indígenas se usa la madera para la fabricación de objetos necesarios para la sobrevivencia, tales como cerbatanas, arcos, flechas, dardos y carcaxes, por señalar sólo unos pocos, elaborados con maderas provenientes de las más variadas especies de palmas o con el tallo leñoso de las cañas y el bambú.
Hay comunidades que se distinguen por el tipo y calidad de sus objetos. Tal es el caso de los Ye´kuana, pueblo de navegantes y constructores de curiaras y canaletes, en cuyo territorio y particularmente en las inmediaciones de los bosques de galería de los ríos Caura, Padamo y Erebato, abundan árboles gigantescos, necesarios para la fabricación de estas embarcaciones hechas con un sólo tronco. Para construirlas vacían su interior hasta obtener la forma oval característica, la superficie exterior se desbasta con hachas y machetes de metal, hasta que el casco queda liso y de un grosor uniforme. La curiara se ensancha poco a poco, con la ayuda del fuego en un proceso lento y minucioso, se van quemando pequeños tramos; a medida que el fuego avanza abriendo los espacios, se insertan travesaños para evitar que la madera se encoja al enfriarse, inmediatamente se colocan las tablas que servirán de asiento. Luego de calafateada con una resina vegetal, llamada peramán, la curiara estará lista para la navegación. Sus canaletes o remos, generalmente de forma acorazonada, se tallan en maderas duras y se decoran con diseños geométricos, pintados en rojo y negro. Cuando las curiaras son desechadas como embarcaciones, se colocan sobre dos horquetas y se usan para conservar la pulpa de la yuca recién rallada, lavar ropa o almacenar bebidas fermentadas que consumen en fiestas y ceremonias sagradas.
Entre los muchos objetos del ajuar doméstico indígena asociados al procesamiento de la yuca amarga, están los singulares ralladores, los cuales fueron un producto de gran distribución comercial, principalmente entre las comunidades indígenas de los Ye´kuanas, Kurripaco y Baniva. La minuciosa técnica de su fabricación se inicia con la preparación de una madera plana o cóncava; en ella solían incrustar minúsculas y agudas astillas de piedra que fijaban a la tabla con peramán, actualmente los “dientes de piedra se han ido sustituyendo por diminutos triángulos metálicos confeccionados con la hojalata proveniente de contenedores de aceite o latas de cerveza desechados. Este cambio ha hecho desaparecer la antigua disposición geométrica de las piedras con las que creaban diseños de peculiar sutileza.
Los bancos tallados en madera fueron para algunas culturas indígenas un signo de rango y sabiduría. Se los consideraba, a la par de las maracas y los bastones sonajeros, como una de las herramientas más importantes del poder shamánico. Fabricados como asiento jerárquico en la conmemoración de eventos religiosos, eran luego destruidos junto a otros objetos que conformaban el ajuar ceremonial. Solían tener formas cóncavas y ovaladas representando a veces animales de la fauna sagrada. Al convertirse en objetos comerciales, los bancos ceremoniales han ido perdiendo su carácter religioso, es así como los Ye´kuana, Piaroa y Piapoco, han organizado talleres de fabricación de bancos destinados a la venta, la pérdida del sentido original ha permitido el cambio de las formas, dimensiones y motivos decorativos tradicionales. Igual suerte han corrido las antiguas armas sagradas y los bastones sonajeros tallados en madera, que distinguían el rango de su portador, marcando el paso de las danzas rituales, los cuales han sido absorbidos por el comercio artesanal de “souvenirs”.
Son muy pocos los indígenas que conservan la tradición alfarera, como por ejemplo los Yanomami, que hasta hace muy poco fabricaban algunas vasijas, tal es el caso de la tradicional “hapoca”, que es una olla sencilla en forma de campana sin ningún tipo de decoración, asas o patas que utilizaban para cocinar, Eran los hombres quienes la fabricaban con arcilla blanca utilizando el método del enrollado y alisado y quemándolas en piras de fuego abierto.
Textilería
Las indias mientras están en meditación como ausentes, ante un vasto mundo de juncos, lianas y raíces, con muy pocos instrumentos, son capaces de crear cordones y mecates tal es el caso de las indígenas de Río Negro que utilizan el chiquichique Leopoldina piassaba; cordones de adorno corporal , usados para atar a la cintura, brazos, pantorrillas, piernas y glúteos; incluso todavía hoy, se confeccionan los llamados “cinturones amazónicos” como el “wao” de los Yanomami, con el que atan el pene a un cordel de hilos de algodón que rodea la cintura.
Entre las pocas prendas de uso que todavía se tejen en Amazonas están los guayucos hechos con hilos de algodón, que varían de tamaño y forma de acuerdo al grupo étnico, como la “ramopotima”, guayuco femenino Yanomami cuya parte posterior es un haz de cabos de algodón que forma un arco sobre los glúteos, y la anterior hecha con una serie de hilos que caen como flecos sobre el pubis.
Los Ye’kuana tejen una especie de delantal que utilizan las jóvenes en el rito de paso de la infancia a la adolescencia, llamado “muwaaju”, éste presenta una interesante adaptación de materiales no autóctonos como la mostacilla, tejida en un telar en forma de arco, el cual se construye con dos trozos de bejuco grueso atados fuertemente por los extremos, para que el lado arqueado pueda mantener la tensión necesaria que requiere una urdimbre en cuya trama se insertan las pequeñas cuentas de vidrio, de colores azul, blanco y rojo, principalmente. El telar y huso también lo utilizan las Ye’kuanas en el tejido de las bandas de algodón que usan las mujeres indígenas para cargar a los niños mientras realizan sus actividades cotidianas.
En cuanto a los chinchorros, enser colgante de origen indígena diseñado para el sueño, el descanso, el amor y la muerte. Los Yanomami los hacen rudimentarios con un haz descortezado del bejuco mamure Hetoropsis spruceana. Los Guahibos trabajan con la fibra de la palma de cumare.
Cestería
Además de preceder a la alfarería, es anterior a todo trabajo de cuerdas y telar. De acuerdo con cada cultura, las técnicas de tejido se adecúan directamente al tipo y característica del material con que se cuenta. Algunos grupos tienden a preferir ciertos procedimientos sobre otros, lo cual agrega un sentido de pertenencia étnica a cada objeto; tal es el caso de las cestas de chiquichique tejido en espiral, característica de los Kurripaco del Río Negro; o las de bejuco mamure trenzado de los Ye´kuana y Yanomami, tan diferentes entre sí a pesar de usar similares técnicas y materiales. Entre los Ye´kuana cabe señalar la excelencia del tejido de los “wuwa” comercial, hecha por las mujeres a partir de una cesta tradicional de carga, a la que han incorporado elementos decorativos de carácter simbólico.
En nuestros indígenas, la variedad de cestas utilitarias es inmensa, así tenemos por ejemplo: esteras, sopladores, petacas, nasas, cedazos o manares, guapas, catumares, sebucanes, mapires y guaturas. Aunque sus formas se relacionan con el uso, no podemos decir que lo utilitario contradiga sus cualidades estéticas.
Cestería Yanomami
Los Yanomami tejen cestas de carga y platos con bejuco mamure o masimasi, descortezado y dividido en finas tiras, la principal cesta de carga Yanomami es la guatura o wii, tejida generalmente por las mujeres para transportar diversos productos agrícolas. El tejido del wii suele ser muy tupido y se realiza con la técnica del trenzado. El cuerpo de esta cesta se refuerza internamente con una serie de aros de mamure, para dar a su estructura una mayor consistencia. El wii tiene además, una serie de asas alrededor de la circunferencia del borde superior y dos asas en la parte inferior.
El mapire es también una cesta de carga de forma cilíndrica y tamaño variable, generalmente fabricada por los hombres con mamure descortezado, moriche y platanillo, en tejido cruzado.
Las guapas o xotokehe: son grandes cestas utilizadas como platos para colocar frutas, pescado, carne y otros alimentos. Al igual que los cedazos funerarios, estas cestas se tejen con las misma fibra, técnica y diseño decorativos del wii.
Los xohema o shulema: sopladores para avivar el fuego, ventilar y espantar insectos.
Al terminar de tejer, las cestas se pintan con onoto y adquieren así un color rojizo, al secar, las superficies son decoradas con dibujos geométricos de carácter simbólico tales como círculos, puntos, líneas ondulantes, entrecruzadas o rectas, hechos con carbón.
Cestería Kurripaco
Se distingue porque utiliza la fibra del chiquichique que constituye uno de los materiales de mayor resistencia al agua, por lo que es reconocida mundialmente para la fabricación de mecates para anclaje de barcos de gran calado e instrumentos de limpieza de alta durabilidad, como cepillos y escobas industriales. Empleando esta fibra vegetal, los Kurripaco tejen sebucanes o tinulipe, manares o dupitsi, guapas o wayára, cestas cilíndricas de base plana o búdaka, cestas cilíndricas de carga o mucutú y sopladores o kuipedda.
Madera
En los húmedos territorios del Amazonas cuya sobreabundancia vegetal desborda de misterio los poblados, encontramos talladores indios. De acuerdo con sus costumbres, ningún objeto fabricado está destinado a perdurar, pues la naturaleza regala las materias y todo lo que se va desgastando con el tiempo y el uso, se descarta o adquiere una nueva utilidad. Por esto conocemos poco de los antiguos objetos artesanales tan solo hemos visto los canaletes áparo o arú tallados por los extintos Baré, de ellos se decía que estaban hechos por los terribles hombres-sapo. Según el mito, a mediados del mes de julio, aprovechando que la selva se cubre con una densa capa neblinosa, salían de sus escondites unas criaturas mitad hombre, mitad sapo, que remontaban el río en rápidas curiaras, asaltando y exterminando con sus canaletes en forma de lanza a todos cuantos encontraban a su paso.
En casi todos los poblados indígenas se usa la madera para la fabricación de objetos necesarios para la sobrevivencia, tales como cerbatanas, arcos, flechas, dardos y carcaxes, por señalar sólo unos pocos, elaborados con maderas provenientes de las más variadas especies de palmas o con el tallo leñoso de las cañas y el bambú.
Hay comunidades que se distinguen por el tipo y calidad de sus objetos. Tal es el caso de los Ye´kuana, pueblo de navegantes y constructores de curiaras y canaletes, en cuyo territorio y particularmente en las inmediaciones de los bosques de galería de los ríos Caura, Padamo y Erebato, abundan árboles gigantescos, necesarios para la fabricación de estas embarcaciones hechas con un sólo tronco. Para construirlas vacían su interior hasta obtener la forma oval característica, la superficie exterior se desbasta con hachas y machetes de metal, hasta que el casco queda liso y de un grosor uniforme. La curiara se ensancha poco a poco, con la ayuda del fuego en un proceso lento y minucioso, se van quemando pequeños tramos; a medida que el fuego avanza abriendo los espacios, se insertan travesaños para evitar que la madera se encoja al enfriarse, inmediatamente se colocan las tablas que servirán de asiento. Luego de calafateada con una resina vegetal, llamada peramán, la curiara estará lista para la navegación. Sus canaletes o remos, generalmente de forma acorazonada, se tallan en maderas duras y se decoran con diseños geométricos, pintados en rojo y negro. Cuando las curiaras son desechadas como embarcaciones, se colocan sobre dos horquetas y se usan para conservar la pulpa de la yuca recién rallada, lavar ropa o almacenar bebidas fermentadas que consumen en fiestas y ceremonias sagradas.
Entre los muchos objetos del ajuar doméstico indígena asociados al procesamiento de la yuca amarga, están los singulares ralladores, los cuales fueron un producto de gran distribución comercial, principalmente entre las comunidades indígenas de los Ye´kuanas, Kurripaco y Baniva. La minuciosa técnica de su fabricación se inicia con la preparación de una madera plana o cóncava; en ella solían incrustar minúsculas y agudas astillas de piedra que fijaban a la tabla con peramán, actualmente los “dientes de piedra se han ido sustituyendo por diminutos triángulos metálicos confeccionados con la hojalata proveniente de contenedores de aceite o latas de cerveza desechados. Este cambio ha hecho desaparecer la antigua disposición geométrica de las piedras con las que creaban diseños de peculiar sutileza.
Los bancos tallados en madera fueron para algunas culturas indígenas un signo de rango y sabiduría. Se los consideraba, a la par de las maracas y los bastones sonajeros, como una de las herramientas más importantes del poder shamánico. Fabricados como asiento jerárquico en la conmemoración de eventos religiosos, eran luego destruidos junto a otros objetos que conformaban el ajuar ceremonial. Solían tener formas cóncavas y ovaladas representando a veces animales de la fauna sagrada. Al convertirse en objetos comerciales, los bancos ceremoniales han ido perdiendo su carácter religioso, es así como los Ye´kuana, Piaroa y Piapoco, han organizado talleres de fabricación de bancos destinados a la venta, la pérdida del sentido original ha permitido el cambio de las formas, dimensiones y motivos decorativos tradicionales. Igual suerte han corrido las antiguas armas sagradas y los bastones sonajeros tallados en madera, que distinguían el rango de su portador, marcando el paso de las danzas rituales, los cuales han sido absorbidos por el comercio artesanal de “souvenirs”.
martes, 29 de mayo de 2012
La Guajira
La Guajira: Una Subregión de Rostro Wayúu y Añú

Los Municipios Mara, Páez y Almirante Padilla se encuentran unidos por
la misma historia: de resistencia indígena.La sangre wayúu y añú
representa el orgullo de sus pobladores, herederos del arte del mar, de
la siembra, del bambuco, la décima, la gaita.
Los tres municipios, están situados al norte del estado Zulia, sus
geografías se encuentran adornadas por las aguas del golfo de Venezuela y
el Lago de Maracaibo, atracción de turistas y propios. La Troncal
del Caribe permite el acceso hacia la subregión, vía internacional que
une a la ciudad de Maracaibo, con el norte del estado y la frontera con
la República de Colombia."
Su división política territorial, la conforma siete parroquias: San Rafael de El Moján, Ricaurte, Luis de Vicente, Tamare, Monseñor Marcos Sergio Godoy, La Sierrita, Las Parcelas. El
municipio se encuentra situado en la parte noroocidental del estado
Zulia, bordeado por las aguas del Lago de Maracaibo, donde el paisaje de
cocoteros y manglar, dibujan una vista atractiva para el visitante que
lo recorre. En sus entrañas, los
embalses de Tulé y Manuelote se convierten, junto con las aguas del río
Limón y Cachirí en las fuentes hídricas de mayor importancia.
Límites: Al
norte con el municipio Páez, al oeste con la república de Colombia, al
este con el municipio Almirante Padilla así como el Lago de Maracaibo,
al sur con los municipios Jesús Enrique Lossada y Maracaibo..Su economía está constituida por la explotación carbonífera, pecuaria, agropecuaria, avícola, vitícola.
Habitantes: 195.000 aproximadamente
Superficie: 3.312 kilómetros cuadrados, lo que representa el 6,58% del territorio del estado Zulia.
Relieve:
En su mayoría es plano y presenta cuatro sectores topográficos: uno es
el de la Sierra de Perijá, con colinas; el piedemonte de la sierra,
poseedor de colinas y lomas. Otro sector es con lomas aisladas.
Finalmente está la planicie aluvial del río limón, mayormente plana.
Clima: Posee dos condiciones climáticas: un clima tropical semiárido y
otro sub húmedo. La temperatura se mantiene alta casi todo el año, con
una media de 27 grados centígrados. Pero tiende a bajar con la altitud.
El índice pluviométrico se incrementa de norte a sur y de este a oeste,
variando en ambos sentidos, desde 1.500 milímetros anuales.
En
Páez, el escritor Rómulo Gallegos concibió la novela Sobre la misma
tierra, quien enamorado de de sus paisajes le dio vida a los personajes
Remota Montiel y de Cantaralia, reflejo de las voces de un pueblo de
raíces indígenas y de tesón. El municipio, se encuentra ubicado en la parte noroocidental del
estado Zulia, abraza las aguas del golfo patrio desde la imponente
Castillete, donde está situado el hito número uno, donde nace Venezuela.
Las aguas del río Limón, bañan esta tierra, de raza wayuu y añú, pueblos herederos de la historia de nuestro país. Su división política territorial, la conforma cuatro parroquias: Guajira (capital Paraguaipoa)Sinamaica (capital Sinamaica)Elías Sánchez Rubio (capital Molinete)Alta Guajira (capital Cojoro).
Límites: Al
norte colinda la República de Colombia, al oeste con el golfo de
Venezuela y el municipio Almirante Padilla, al sur con el municipio
Mara. Su economía está constituida por la ganadería ovina y caprina extensiva.
Habitantes: 70 mil habitantes
Superficie: 2.369 kilómetros cuadrados, lo que representa el 4,7% del territorio del estado Zulia.
Relieve:
En su mayoría es plano. Hacia el este se encuentra un plano topográfico
ondulado con poca pendiente y con altura promedio de los 30 metros. Al
oeste es ligeramente más elevado y el relieve más irregular. De manera
que se presentan colinas altas. El área de desembocadura comprende los
sistemas fluviales en la zona cenagosa de Sinamaica, con importante
número de causes y lagunas. La extensión de la costa presenta playas
elevadas, razón por la cual ésta es una zona de arrecifes sobre una
ribera en la que se alternan dunas y marismas.
Clima:
Predominante es árido y semiárido. Se caracteriza por elevadas
temperaturas todo el año, fuerte evaporación y escasas lluvias. La
temperatura promedio oscila entre 26 y 28 grados centígrados. La
lluviosidad oscila entre 200 y 600 mil milímetros al año. Sus aguas
superficiales son muy escasas.
Hidrografía:
Son sus ríos más importantes el Guasare y su prolongación hasta el Lago
de Maracaibo por el río Limón; el río Paraguachón, que nace en
Colombia. El
río Limón, la Laguna de Sinamaica y el Gran Eneal, son fáciles caminos
de agua para el desplazamiento de productos y personas. Y los senderos
del golfo de Venezuela trazan fácilmente rutas para el comercio.
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